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Al anunciar la tercera llamada las luces del teatro se apagaron, el telón se abrió y en directo apareció el tenor Carlos Osuna arrancando los aplausos de los asistentes.

Bajo una ambientación de una hermosa y florida aldea española, cincuenta integrantes del Coro Ángela Peralta lo acompañan sobre un asemejado puente romano de Salamanca en España. Colocados en los arcos del puente los maestros Antonio González y Sergio Castellanos, ellos hacían sonar las teclas blancas y negras de sus pianos al tiempo que los pedales de expresión enfatizaban las notas con la que el tenor Carlos Osuna extendía y ampliaba bajo un elegante equilibrio de voz el esplendoroso espacio del Teatro Ángela Peralta.

Los instrumentos de cuerdas de las maestras Karen Citlali Cisneros y Maritza Cisneros junto al maestro Víctor Alonso Osuna nos llevaban a peregrinar como gitanos, así como lo hizo Carlos Osuna para llegar a ser solista de la Ópera Estatal de Viena.

La bailaroa, Citlali Iglesias, encendía la pasión torera, abanicaba con arte, con movimientos semejantes a revoleras, verónicas y medias verónicas con su mantón de Manila amarillo, poniendo refuerza y potencia con su taconeo sobre la tarima, el duende se soltaba en la gala de zarzuela.

La noche es para las verbenas, así de que las palmas de los integrantes del Coro Ángela Peralta animaban a los maestros pianistas, para que el violín del maestro Víctor Alonso Osuna adornara melódicamente la fiesta gitana.

Derivado de la noche, es el romance, Rebeca de Rueda -soprano- elegantemente vestida nos mostraba que con su voz y su presencia comienzan capítulos de amor, como en “Caballero de Alto Vuelo” en donde el tenor y la soprano provocaban suspiros ante la presencia de los majos artistas y la entrega de la flor.

La pasión continuaba con ese instrumento del folclore español llamado castañuelas, que utilizó en sus manos Citlali Iglesias, las castañuelas se conforman por un macho y una hembra, en la mano izquierda se toca el macho que marca el ritmo, en la mano izquierda la hembra que posee un tono más alto, para así lograr la variedad de efectos que al ritmo de los pianos provocaron fuertes aplausos.

La bailarina, Stephany Martínez Hurtado, y el bailarín, Gean Lee Panchi, danzaron “Las Mazurca de la Sombrilla” con una coreografía de la maestra Zoila Fernández, los protagonistas de la noche bailaran también con ellos realizando movimientos moderados y tiernos que hicieron un preámbulo para volver a disfrutar en unión vocal a Rebeca de Rueda y Carlos Osuna en una situación de comedia lirica, en donde la mujer no le pide a San Antonio ser casamentero, lo que pide es un amor sincero.

Después del intermedio vinieron las interpretaciones de “Los Vareadores” poniendo alegría a ritmo de palmas, elemento característico de la zarzuela en donde el público participo espontáneamente. Sonó el tema “Nardos” de la obra “Las Leandras” interpretado por el Coro Ángela Peralta con la dirección de la maestra María murillo, con esta pieza recordamos las exitosas temporadas teatrales en la Ciudad de México con la inolvidable cantante y actriz, Iran Eory.

En esta gala de zarzuela, la soprano Rebeca de Rueda plasmo a través de su don artístico lo que es una verdadera dama en este tipo de piezas, su nivel operístico es admirable y dejo un hermoso recuerdo al interpretar la “Java de las Viudas” con un vestuario que arranco suspiros varoniles.

“La leyenda del Beso” fue hecha una obra de arte al sonar en los primeros planos con los pianos y el violín, parecía que tenían voz, la melodía era esplendorosamente adornada por Stephany Martínez Hurtado y Gean Lee Panchi Balseca. La escena, fue un amor romántico, de sentimiento, de felicidad, de miedo al abandono. Curiosamente este tema inspiro al letrista Luis Gómez-Escolar para realizar “Amor de Hombre” tema que en 1982 coloco nuevamente en la cima del éxito a Mocedades. El público aplaudió intensamente a los maestros Antonio González y Sergio Castellanos pianistas y Víctor Alonso Osuna en el violín.

Carlos Osuna, no es lo que dice, es lo que hace, es mazatleco, y cantar ópera al nivel de los máximos representantes de México lo ha convertido en un orgulloso referente y muy posible sucesor generacional de los grandes cantantes mexicanos de ópera que triunfan internacionalmente.

Pasión Española Gala de Zarzuela hechizo por completo al público, Carlos Osuna cautivo por su genuina identidad mazatleca, no olvida de donde salió, no se extravía, está ubicado en la dirección y trayectoria para lograr su sueño y el sueño de todos los que le admiran, su aldea, su Mazatlán, lo respaldan. No puede ser que Carlos Osuna vuelva fracasado, porque lo vimos triunfar esta noche, una vez más.

Pasión Española Gala de Zarzuela fue presentada como parte de la Temporada Primavera 2024 del Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán.

Éste artículo fue publicado en Prensa, Temporada Primavera Prensa. .

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